Estaba este señor tranquilamente visitando a su hijo en su casita del pueblo el pasado fin de semana cuando el domingo, como es su costumbre de católico practicante, madruga por la mañana para ir a misa. Todo transcurre con normalidad, dentro del anacronismo propio, hasta que todos los feligreses se sientan y el cura comienza su homilía. Cuál es la sorpresa de Don Primitivo cuando el Sacerdote comienza a exaltarse y gritar que "el Gobierno mata a los niños en el seno de sus madres", que es "más nazi que los nazis de Alemania" y que la ministra Pajín era una "asesina de ancianos y de personas que estorban".
Nuestro protagonista alzo la mano y la voz para indicar que estaban en misa, no en un mitín político.
La humana respuesta del resto de los asistentes, como es de esperar, fue la de, entre cuatro feligreses, echarle a empujones de la madrileña parroquia de Villanueva del Pardillo.
¿Quién tiene miedo de los integristas islámicos?
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