Funcionarios reordenan sus pupitres para no tener cáncer.

O dicho de otro modo: Funcionarios de Lakua contratan a un zahorí al aumentar los casos de cáncer en el Departamento vasco de Industria. El hombre fue con un péndulo recorriendo el lugar y al final dictaminó que las mesas estaban colocadas mal, lo que era la causa de la enfermedad.

O dicho de otro modo: trabajadores públicos pagados por el erario público contratan a un estafador que va con un péndulo recorriendo los pasillos de la quinta planta de un edificio público y achaca la aparición de cáncer en diversas personas a la disposición de las mesas. Y le hacen caso.

Cajetilla y media de Marlboro al día, nada en comparación con la perniciosa orientación sur-suroeste.

* Zahorí: persona que afirma ser capaz de percibir e incluso manejar estímulos eléctricos, electromagnéticos, magnetismos y radiaciones de un cuerpo por medio de artefactos sencillos mantenidos en suspensión inestable como un péndulo, varillas "L", o una horquilla que amplifican la capacidad de magnetorrecepción del ser humano. También se puede definir como persona que no sabe lo que es una onda electromagnética pero que engaña a otras que tampoco lo saben diciéndoles que las puede percibir u otras chorradas. Más info aquí.


BONUS: En el enlace que he encontrado de un zahorí, el tal Guillermo Río dice percibir esas movidas que no existen desde los 7 años y ha logrado convencer a la empresa Pozos y Sondeos del Cantábrico S.L así como a muchos particulares, empresas e incluso instituciones que requieren de sus servicios. Y vive de ello, señores, del cuento. Me daría para otra entrada, pero no me he podido contener.