Hace tres días compartíamos por aquí las nuevas normativas en relación al uso de petardos en Valencia.
Ese mismo día, paralelamente, se daba la triste noticia de que cuatro chavales de 12-13 años resultaron heridos tras manipular unos petardos que supuestamente recogieron de lo que sobró de alguna mascletá. Por lo visto los niños se colaron por algún hueco de una valla y birlaron algún petardo sobrante. Cuando digo heridos, digo que uno perdió media mano y otro la vista de un ojo, tampoco nada más grave.
El Ayuntamiento se ha apresurado a aclarar que no eran petardos suyos, no les fuera a caer el marrón a ellos, y ahora están a ver si pueden enchufárselo a los pirotécnicos (¿?). "Mi hijo ha robado un petardo y exijo responsabilidades"; señora, exíjale responsabilidades a la educación que ha dado a su chaval. En fin, ¿qué pasa con el sentido común?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ya de la que te emociona la entrada y te molestas en comentar, ponte un nombre al que dirigirse que no sea "anónimo". Gracias.